domingo, 23 de diciembre de 2012

martes, 18 de diciembre de 2012

¡Dulce invierno!


El otoño llega a su fin, comienza el frío invierno, la naturaleza se adormece, algunas especies animales dormitan, las plantas relentizan su crecimiento, las calles de las ciudades norteñas se vacían, llega la noche más larga, la oscuridad gana la partida...
Es necesario entonces volver la vista a la luz de estas luciérnagas, a estas flores de invierno, escuchar los tradicionales villancicos, reunir a los amigos, familia más cercana, vecinos... 
Celebrar con ellos que un año nuevo comienza, una nueva esperanza...
¡Feliz Navidad! 
María Teresa Cobos Urbano. 

sábado, 15 de diciembre de 2012

Visita al teatro Cervantes

El día 13-12-12 visitamos Álora para participar en el certamen de villancicos.
Llegamos los primeros, ensayamos, nos fuimos a desayunar a la fuente de la malagueña, como nos sobraba tiempo visitamos el Ayuntamiento y el Belén de la Casa de la Cultura a toda velocidad.
Paloma y Lucia nos presentaron, actuamos en tercer lugar,nos salió bastante bien y nos divertimos mucho escuchando a los otros, al final cantamos todos juntos.



La Seño Natalia ha hecho un buen trabajo, mis chicos tambien.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Fábula del cuervo y el zorro

El zorro y el cuervo

Cuando éramos pequeñas, nuestro padre, gran maestro, nos enseñaba a base de fábulas, esta era una de mis preferidas.







En la rama de un árbol,
bien ufano y contento,
con un queso en el pico
estaba el señor Cuervo. 
Del olor atraído
un Zorro muy maestro,
le dijo estas palabras,
o poco más o menos:

“Tenga usted buenos días,
señor Cuervo, mi dueño;
vaya que estáis donoso,
mono, lindo en extremo;
yo no gasto lisonjas,
y digo lo que siento;
que si a tu bella traza
corresponde el gorjeo,
junto a la diosa Ceres,
siendo testigo el cielo,
que tú serás el Fénix
de sus vastos imperios.”
Al oír un discurso
tan dulce y halagüeño,
de vanidad llevado,
quiso cantar el Cuervo. 
Abrió su negro pico,
dejó caer el queso;
el muy astuto zorro,
después de haberlo preso,
le dijo : “Señor bobo,
pues sin otro alimento,
quedáis con alabanzas
tan hinchado y repleto,
digerid las lisonjas
mientras yo como el queso".
Quien oye aduladores,
nunca espere otro premio.
                     Félix María Samaniego